lunes 19 noviembre 2007
La publicidad del tabaco debe ser prohibida en su totalidad por los efectos perniciosos para la salud humana de un producto que, si bien es legal, es dañino y peligroso. Estas condiciones no solamente se advierten en el producto sino también en las características socialmente negativas e intrínsecamente perversas de la publicidad y el marketing, basadas en el engaño y la mentira para atraer a jóvenes hacia el tabaquismo.
domingo, 25 de noviembre de 2007
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